domingo, 27 de marzo de 2011

Pulpo a la plancha



Probablemente este sea ahora mismo mi plato favorito.

Es muy sencillo. Compramos pulpo ya cocido (una pata por persona está muy bien, para ponerse hasta arriba), cuyo precio suele ser unos 22-25€ por kilo. Es decir, unos seis euros por persona.

Lo cortamos en pedazos grandes y lo doramos en una plancha ardiendo con una gota de aceite por encima durante cinco-ocho minutos. Queremos que tome un punto crujiente y dorado. Lo sacamos y le ponemos sal gorda por encima.

Como acompañamiento, cuatro opciones. Una mayonesa casera con ajo, una vinagreta con virgen extra, ajo muy picado, perejil y limón exprimido, un poco de puré de patatas junto a esta vinagreta anterior, o por último un suave salmorejo con poco ajo y unos pequeños torreznos (cortezas de cerdo en pedazos pequeñitos) por encima.

A elegir. En todo caso es exquisito.

Y a comer.

Champiñones a la plancha con ajo y jamón



Tapa por excelencia en el sur de España, es algo tan sencillo de hacer como rico. Necesitamos unos champiñones hermosos, bien limpios a los que quitamos el tallo. En una sartén grande los con un chorro de aceite (sin llegar a cubrir el fondo) los ponemos con sal y pimienta a fuego medio.

Y cuando lleven ahi seis o siete minutos les ponemos por encima un poco de jamón picado, de ajo y perejil picados, los propios tallos de los champiñones picados y un chorrito de cualquier vino blanco. Lo tapamos, lo dejamos ahi a fuego medio otros cuantos minutos hasta que nos guste el aspecto y servimos calientes.

Y a comer.

Pasta a la Carbonara



La receta de pasta por excelencia en mi casa es esta, aunque mi mujer hace su versión personal y al final cada dia se hace de una manera.

Cocemos la pasta, preferiblemente spaguetti, y guardamos un poco del agua de cocción. Por otro lado pochamos un poco de ajo y cebolla, ponemos unos buenos trozos de bacon o panceta, su sal y sobre todo bastante pimienta negra, que es clave en esta receta.

Hecho esto, y con la panceta dorada, lo ortodoxo es agregar la pasta con un chorrito de agua de la cocción para dar algo de suavidad, una yema de huevo por persona, una buena cantidad de queso parmesano rallado, otro buen pellizco de pimienta y remover bien antes de servir bien caliente.

Mi mujer por ejemplo no puede dejar de ponerle un par de champiñones, algo de nata dejándola reducir con la panceta, el ajo y la cebolla, y sin embargo rechaza la yema de huevo y le pone poca pimienta. En todo caso, sea como sea, se emplata con otra abundante cucharada de queso rallado por encima, algo mas de pimienta negra y listo.

Y a comer.

Lomo de cerdo a la naranja



Receta clásica de Navidad en mi casa.

Necesitamos un buen trozo de lomo de cerdo, que salpimentamos y enharinamos antes de dorar en una cazuela. Cuando tenga un bonito color marrón sacamos y reservamos. Descartamos ese aceite de dorar con la harina y ponemos un chorro de aceite nuevo, doramos seis o siete dientes de ajo (pelados o no, depende del gusto) y volvemos a poner nuestro lomo, junto a un vaso de medio litro de zumo de naranja recien exprimido y otro vaso equivalente de caldo de pollo (avecrem y agua, sin mas). Es opcional una copita de algún vino que nos guste, preferiblemente blanco.

Todo junto, lo dejamos a fuego lento durante dos horas dándole la vuelta a mitad de cocción y estará listo. Es importante cortar la carne en lonchas con un cuchillo afilado, cortando y no aplastando, y cuando la carne esté ya fria, para evitar que se rompa demasiado.

En este caso acompañamos con unos champiñones al ajillo (aceite, champiñones, par de dientes de ajo, sal y pimienta). Un poco de puré de patatas? Por supuesto.

Y a comer.

Tomates verdes fritos



No deja de ser una curiosidad, pero como acompañamiento de una carne a la plancha o a la parrilla queda muy bien. Están sorprendentemente buenos.

Necesitamos unos tomates grandes que estén duros, sean verdes o no. Cortamos en rodajas, salpimentamos, pasamos por maizena y huevo batido y a la sartén con aceite abundante a fuego medio-alto hasta que nos guste su aspecto.

Quedan muy jugosos, pero cuidado que queman la boca que da miedo.
Y a comer.

Ensalada César



Este famosa ensalada debe ser sobre todo crujiente. De ahi que originalmente lleve unos costrones de pan (unos pequeños picatostes) y unas lonchas de bacon frito muy crujiente. En nuestro caso pusimos jamón a la plancha crujiente, para quitarle un poco de grasa a la receta.

Por lo demás lleva una mezcla de lechuga fresca, queso rallado, un poco de pollo a la plancha o al horno (suele ponerse pechuga, pero por ejemplo con un par de muslos queda mas jugosa y, si lleva la piel crujiente, es perfecto) y una salsa concreta, hecha a base de una mayonesa casera con zumo de limón, medio diente de ajo y un par de anchoas picadas cuando esté terminada.

Y a comer.