martes, 12 de octubre de 2010

Albóndigas



En fin, que voy a decir yo. Solo con ver la foto ya me da hambre...

Este dia estaba con ganas, y la verdad es que salieron de miedo. Para la masa utilicé unos 700 gramos de picada, que llevaba ternera y cerdo. Con eso me salieron 22 albóndigas de buen tamaño.

La masa se mezcla con las manos en un bol grande, hasta que tenga buena consistencia y se pueda manejar sin quedarse pegada apenas en las manos; llevaba tambien un chorro de leche, tres rebanadas de pan bimbo, sal, pimienta, dos huevos, perejil, un diente de ajo muy picado, un poco de cebolla picada, un chorreón de mostaza Gulden´s y otro de ketchup Heinz y un poco de pan rallado para dar consistencia a la masa.

Formamos las albóndigas, compactas y regulares, las pasamos levemente por harina y las freimos en aceite mezcla de oliva y girasol (si queremos) hasta que estén doradas por todos lados, pero no quemadas. Las reservamos.

Y mientras marcamos una salsa española. Un diente de ajo sin pelar, con su piel, y media cebolla picada, todo pochado en aceite de oliva con sal y pimienta, ponemos un par de zanahorias picadas y lo dejamos otros cuatro o cinco minutos a fuego medio, despues un tomate rallado con su sal y su azúcar, un chorro de vino blanco, un par de cucharadas soperas de tomate frito y dejamos otros cinco o seis minutos a fuego medio.

Agregamos las albóndigas, una hoja de laurel y ponemos agua sin llegar a cubrir del todo. Tapamos la olla y lo dejamos a fuego medio-bajo unos 40 minutos, con cuidado si removemos, mejor solo menear la olla para que no se rompan. Decir que, aunque para hacer la foto puse siete en el plato, mi mujer y yo nos comimos cinco cada uno con unas patatas fritas estupendas que ella hizo, y estaban estupendas. Pero al dia siguiente repetimos con las que quedaron y es impresionante como habían mejorado. Para llorar de buenas, sabrosas y muy jugosas, tiernas.

Las tres que restaban me las comí luego entre horas en un resopón clandestino.

Y a comer.

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