
Probablemente este sea ahora mismo mi plato favorito.
Es muy sencillo. Compramos pulpo ya cocido (una pata por persona está muy bien, para ponerse hasta arriba), cuyo precio suele ser unos 22-25€ por kilo. Es decir, unos seis euros por persona.
Lo cortamos en pedazos grandes y lo doramos en una plancha ardiendo con una gota de aceite por encima durante cinco-ocho minutos. Queremos que tome un punto crujiente y dorado. Lo sacamos y le ponemos sal gorda por encima.
Como acompañamiento, cuatro opciones. Una mayonesa casera con ajo, una vinagreta con virgen extra, ajo muy picado, perejil y limón exprimido, un poco de puré de patatas junto a esta vinagreta anterior, o por último un suave salmorejo con poco ajo y unos pequeños torreznos (cortezas de cerdo en pedazos pequeñitos) por encima.
A elegir. En todo caso es exquisito.
Y a comer.