martes, 31 de agosto de 2010

Huevos rotos en dos versiones


El otro dia hice huevos rotos, y al haber invitados los hicimos en dos formas distintas, unos con jamón y otros con gulas.

La base es la misma de siempre. Patata roja frita en mezcla abundante de aceite de girasol y de oliva a temperatura alta, removiendo mucho para que no se doren demasiado por ninguna cara. Las sacamos, las ponemos en papel absorbente, les ponemos sal y reservamos.

Sin perder tiempo para que no se enfrien, separamos yema y clara de un huevo para cada comensal, hacemos una tortilla utilizando solamente las claras con un poco de sal (dos o tres minutos en sartén con un poco de aceite bastarán), colocamos las yemas sobre la patata caliente en el centro, y por último encima justo, cubriendo las yemas, la tortilla de claras.

Rompemos y mezclamos, con lo que la yema se hará al calor pero quedará extraordinariamente cremosa y le dará al plato un punto muy agradable.

Para terminar, unas lonchas de jamón serrano para que suden un poco con el calor del plato ya finalizado. Servir muy caliente.


Para el acabado con gulas, basta sustituir el jamón por unas gulas. Descongelamos estas, picamos finamente un diente de ajo y en una sartén con una cucharada de virgen extra doramos un poco el ajo a fuego medio con media guindilla, agregamos las gulas con sal y pimienta, las rehogamos un par de minutos y las servimos sobre nuestro segundo plato de huevos rotos. Decoramos con perejil picado.

Y a comer.

viernes, 27 de agosto de 2010

Gazpacho


El entrante veraniego por excelencia, tan sencillo como siempre.

En un bol ponemos media barra de pan duro rota en pedazos, seis tomates medianos partidos en cuatro cada uno (mejor si están pelados), un pimiento verde picado, un pepino picado, un diente de ajo grande o dos pequeños picados y una cebolla mediana picada. Ponemos medio vaso de agua fría, una cucharada sopera de aceite virgen extra y un chorro de vinagre balsámico, que además ayudarán al batir.

Tras batir un buen rato tendremos un espeso gazpacho que podemos pasar por el chino o por un colador grande si nos es desagradable encontrar algo sólido al tomarlo. Ya terminado, le ponemos en torno a un litro de agua muy fría, ponemos sal y rectificamos el aliño con aceite virgen extra y vinagre balsámico, a nuestro gusto. Como muestra, cuatro o cinco cucharadas soperas de aceite y dos o tres de vinagre pueden ser un buen punto de partida.

Por otro lado, hay a quien gusta mas espeso o mas líquido, para tomarlo con cuchara y guarnición o simplemente como bebida. La única diferencia es la cantidad de agua a añadir para hacerlo mas líquido, rectificando de sal al mismo tiempo. Una pizca de comino molido le da un sabor particular, hay a quien le parece imprescindible y a quien no le gusta. Lo que debe estar siempre es muy, muy frío.

Caso de tomarlo en plato con guarnición, basta con un poco de cebolla, tomate, pepino y pimiento verde muy picados.

Y a comer.

Batido de cacao


Un hipocalórico batido para estos dias de tanto calor.

Es muy sencillo. En un recipiente cómodo ponemos una buena cucharada de Colacao, otra de azúcar (mejor moreno) y otra de leche condensada, rellenamos con medio litro de leche muy fría, un poco de canela al gusto y batimos con la batidora.

Es interesante batir bien y poner la batidora tambien en la parte de mas arriba, justo en la superficie de la bebida, para que entre algo de aire y cree espuma.

Servimos muy frío en un vaso grande. Por cierto, en otra versión, si en vez de Colacao ponemos Nescafé descafeinado está igual de bueno.

Para quien esté a regimen de adelgazamiento es completamente perfecto. Muy dietético.

Y a beber.

jueves, 26 de agosto de 2010

Arroz de media hora


Hacer un arroz que salga bien y se haga muy rápido es algo que todo el mundo quiere saber hacer. Desde luego sin pretensiones de llamarlo paella ni nada por el estilo, para nada. Es solo un arroz rápido y sabroso.

En este caso hemos usado un poco de aquel aceite concentrado hecho con las cabezas de unos langostinos (en la receta de las gambas en su jugo al ajillo nos quedó un buen sobrante de un aceite con mucho, mucho sabor y un intenso color rojo) que habiamos reservado y guardado en el frigorífico. Abajo había precipitado un poco de materia sólida que tambien hemos aprovechado, no era ni mas ni menos que toda esa esencia de las cabezas de los langostinos con sabor a virgen extra y ajo.

Y esa es la clave. Si no tenemos un aceite de ese tipo, podemos poner un poco de aceite y dorar dos ajos muy picados. Quedará algo insípido, por lo que convendría compensarlo utilizando despues para la cocción del arroz un poco de caldo, en vez de usar agua. Unas cabezas de gambas y una cabeza de merluza cocidas en agua con sal, pimienta y media cebolla puede proporcionarnos un caldo básico de ese tipo. Para la versión mas rápida podemos pasar tambien del caldo y simplemente agregar al agua de cocción del arroz una pastilla de caldo concentrado de pescado machacada en un mortero.

Por lo demás, hemos calentado ese aceite en una sartén hermosa, le hemos puesto una buena copa de vino blanco y un tomate grande rallado con sal y pimienta. Tras dos o tres minutos, en cálculo para dos personas hemos puesto tres medidas de arroz bomba (mi medida es un cacillo para repartir sopa) y lo hemos dejado ahi a fuego fuerte con todo ese jugo durante tres o cuatro minutos. Mientras tanto teniamos unos calamares troceados que hemos pasado por otra sartén con una gota de aceite y sal para que se hagan dos o tres minutos.

Incorporamos al arroz esos calamares con el jugo que hayan soltado, removemos un poco (para cocinar arroz, siempre cuchara de madera y nunca metálica), metemos el doble de agua que de arroz (para tres cacillos de arroz, unos seis y medio de agua que no esté fria, y aqui va la pastilla de caldo de pescado si no tenemos ni aceite de gambas ni caldo hecho por nosotros) y ponemos un poco de pimentón, algo mas de sal y unas hebras de azafrán. Quien lo quiera de un rabioso color amarillo puede poner algo de colorante alimentario en polvo. Removemos, dejamos que arranque el hervor y bajamos a fuego medio-bajo (el 2,5 de siempre, por ejemplo) justo antes de meter unos langostinos crudos.

Si queremos poner algo mas, como unas tiras de pimiento rojo o unos guisantes, es buen momento ahora, cuando empieza la cocción, o podemos esperar al final y usarlos solo para decorar. En mi caso hoy me apetecía un arroz muy limpio, con pocos aditivos. En fin, dejamos hervir durante algo mas de veinte minutos (el arroz bomba tarda bastante en hervir) meneando la sartén con las manos para que se mezcle todo y tratando en la medida de lo posible de meter la cuchara lo menos posible. Y es que cuanto menos metamos el cucharón mas entero el arroz y mejor saldrá al final.

Dejamos reposar un par de minutos (cuidado con taparlo con un trapo, eso con otros arroces como los vaporizados funciona bien, pero el bomba por ejemplo se empana y el grano ya no queda nada suelto). El vaporizado, como el famoso Brillante, queda con poco sabor, la textura no es buena y en general es el peor de los arroces, pero al principio y para aprender a hacer arroz es bastante bueno.

Emplatamos, ponemos un poco de limón por si alguien quiere (yo hoy solo tenía lima) y un ali-oli tampoco le va nada mal.

Y a comer.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Solomillo con vinagreta francesa


Este es seguramente uno de los platos favoritos en mi casa.

La base es un solomillo de cerdo (para dos suele bastar con uno grande) loncheado en unas siete u ocho tranchas, salpimentado y hecho a la plancha muy caliente con una gota de virgen extra.

Los acompañamientos son una reducción de Pedro Ximénez (ya lo puse por ahi, se hace con ese vino, azúcar y un buen rato a fuego lento), un buen puré de patatas (el mismo de otras veces: dos patatas grandes hervidas, sal, pimienta, orégano, un poco de nata, aceite virgen extra y una yema), y por fin la vinagreta francesa.

Esta es una sencilla emulsión que le da a la carne un sabor extraordinario. En un pequeño bol ponemos una yema de huevo, una cucharada de mostaza antigua en grano, un buen chorro de miel y sal, lo mezclamos con unas varillas y agregamos muy poco a poco aceite de girasol (dos cucharadas soperas bastarán, pero insisto en que hay que ponerlas poco a poco, no de una vez) mientras no dejamos de batir con las varillas para emulsionar.

Colocamos el puré, un chorrito de la reducción de Pedro Ximénez, la carne y napamos con la vinagreta francesa. Servimos muy caliente.

Es una auténtica delicatessen.

Y a comer.

martes, 24 de agosto de 2010

Fish and Chips


Todo el que haya ido a Inglaterra conocerá ese extraño olor a espantosa y reciclada grasa de fritura que inunda a menudo sus calles, dentro de la que es dificil identificar que se esté friendo pescado. Desde luego, si no te lo dicen no pudes creerlo, esa freidora a la que no se le ha cambiado el aceite en mas de un mes no puede contener nada que yo pueda comer..... Pero hubo un dia en que ese olor no era tan desagradable, ni la comida de la que procede era algo tan horrible y empalagoso.

Tradicionalmente se hacía con abadejo o bacalao en un muy crujiente rebozado de mezcla de harina, maizena y cerveza, con unas ricas patatas fritas acompañadas con vinagre. Una vez frito se cortaba con un cuchillo, se ponía salsa tartara y ketchup y se servía sobre papel de periodico para poder comerlo por la calle. De hecho hay cada vez mas sitios, en esa gastronomía inglesa cada vez un poco menos horrible, donde lo siguen haciendo bien y es algo verdaderamente delicioso.

Nosotros, para darle nuestro toque español y andaluz, lo hemos hecho con rosada previamente cortada en trozos y con su sal, la hemos pasado por esa misma suave y bien mezclada masa de fritura formada por dos cucharadas grandes de harina, una de maizena y media lata de cerveza fria, y lo hemos frito en una muy abundante mezcla de aceite de girasol y de oliva (del intenso, no hace falta virgen extra).

Es una fritura delicada, el aceite tiene que estar muy caliente aunque sin llegar a humear y hay que mover la sartén bastante, asi como el pescado para que se haga de forma homogenea y quede bien hecho por dentro. Escurrimos en papel absorbente y acompañamos de unas patatas fritas (mejor si es patata roja, queda estupenda al freir), el que quiera que les ponga vinagre, el optativo ketchup al lado y en este caso tambien de un poco de ali-oli casero.

Y a comer.

lunes, 23 de agosto de 2010

Langostinos en su jugo al ajillo


Se trata de una variante de las gambas al ajillo de toda la vida. Primero pelamos 600 gramos de langostinos crudos (para dos personas) reservando todas las cabezas y las cáscaras.

En una sartén grande y caliente ponemos un buen chorreón de aceite y todas las cabezas y cáscaras. Les damos unas vueltas durante cinco minutos a fuego fuerte, le echamos un chorro de vino blanco, una copa de coñac y lo flambeamos (cuidado con la campana extractora) hasta que se apague todo el fuego. Tras esto sacamos todas las cabezas y cáscaras y las ponemos en un chino para estrujarlas bien y devolver todos los jugos a la propia sartén.

En definitiva nos habrá quedado una buena cantidad de jugo concentrado de esos langostinos bien perfumado con el flambeado. Una base magnífica, por cierto, para dar fuerza y sabor a cualquier arroz con unos calamares y unas gambas. En fin, ponemos un poco mas de aceite virgen extra, cuatro dientes de ajo fileteados finos, una nuez de mantequilla, una guindilla, calentamos a fuego medio-fuerte para que el ajo se empiece a hacer y ponemos nuestros langostinos con un poco de sal y pimienta dando vueltas hasta que estén.

Para acabar, emplatamos con perejil picado salseando por encima.

Como alternativa, y cuando nuestros langostinos están terminados, les podemos poner un poco de tomate frito y otro poco de nata y podemos dejar que reduzca esa salsa a fuego medio-bajo cinco o seis minutos. Si compramos unos spaghettis al nero di sepia (algo mas de 3€ en Alcampo, por ejemplo) y una vez cocidos los acompañamos con nuestra salsa con langostinos..... sin comentarios.
Una delicia.

Y a comer.

domingo, 22 de agosto de 2010

Alubias de la Granja a la Riojana


En este caso por una cuestión de tiempo y economía de medios hemos utilizado alubias ya cocidas, aunque logicamente lo ideal es comprar tus propias alubias, dejarlas en remojo la noche anterior y cocerlas durante mas o menos hora y media junto a media cebolleta, medio pimiento verde, un tomate, sal y una gota de aceite de oliva.

En el caso de las ya cocidas (un bote de los grandes para dos personas puede ser suficiente), basta con sacarlas del bote y lavarlas muy bien. Hecho esto, haremos un buen sofrito con un diente de ajo picado, una cebolleta picada (al que no le guste, que no se la ponga) y tres o cuatro pimientos del piquillo picados, puestos a pochar con un poco de aceite, sal y pimienta. Cuando nos guste como está, pondremos tambien un chorizo por persona cortado en rodajas, de algún tipo que nos guste. Lo mareamos un poco y le ponemos un buen chorreón de tomate frito (el Apis está bastante bien, el Hero no le anda lejos), un poco de pimentón dulce y lo dejamos a fuego medio otro par de minutos.

Le agregamos entonces media copa de vino blanco, algo mas de medio vaso de agua (si es caldo de pollo mejor, pero no es preciso) y ponemos a fuego fuerte tres o cuatro minutos hasta que gane calor y el alcohol se evapore. Ponemos las judías, rectificamos de sal y pimienta, y dejamos todo a fuego medio-bajo unos quince minutos hasta que se trabe el guiso. Un poco de perejil picado por encima le queda particularmente bien.

Y a comer.

lunes, 16 de agosto de 2010

Ensalada de col americana


Durante bastante tiempo he intentado elaborar la ensalada de col que ponen en los sitios de típica comida norteamericana, y me ha costado llegar a la que mas me gusta y he hecho hoy. Su base es la tercera parte de una col cortada muy fina, medio bote de zanahoria en vinagre bien exprimida con la mano para quitarle todo el líquido, media cebolleta picada fina y media manzana tambien bien picada, en este caso una con el exterior verde y no muy dulce.

Por otro lado he hecho la salsa, que consiste en unos 200 gramos de nata fresca marca Hacendado del Mercadona (tiene que ser esa exactamente, es la ideal si no disponemos de la original Creme Fraiche que en España se encuentra, por ejemplo, en Alcampo), un chorreón importante de mostaza Gulden´s (tambien en Alcampo), dos cucharadas grandes de mayonesa casera, unas gotas de vinagre de vino, sal, pimienta y por fin una cucharada y media grande de azúcar, que me parece junto a la mostaza la clave del sabor que buscamos.

Removemos todo bien, mezclamos y dejamos en el frigorífico un buen rato quitándole el agua que pueda soltar.

Por lo demás he comprado un buen filete de lomo de ternera (mas o menos 16€ el kilo, este pesaba unos 300 gramos) y lo he hecho a la plancha muy caliente con una gota de virgen extra debajo, dejándolo un par de minutos tapado al final para que se haga una chispa por dentro y se quede al punto, rosado por dentro y muy jugoso tal como ha quedado al final.

Lo he emplatado y simplemente le he puesto sal gorda al filete ya en el plato. La verdad es que el sabor de la carne bien hecha con esa ensalada al lado es una auténtica delicia.

Y a comer.

Foie gras mi-cuit con mango


El mi-cuit es una semiconserva hecha con el higado de oca o pato semicocido y con un toque normalmente de armagnac. En este caso hemos comprado un envase de 90 gramos de la marca Martiko, en Mercadona y por alrededor de 6€.

Lo sacamos del envase, lo dejamos atemperar diez minutos y lo emplatamos. Encima hemos puesto unas rodajas de un mango maduro y exquisito, unas gotas de aceite de oliva virgen extra alrededor, un poco de una confitura francesa de higo que teníamos por ahi y le va de cine, y por último un poco de glasé de vinagre de frambuesa, bastante dificil de encontrar pero que merece la pena. Nosotros lo hemos comprado en la zona selección de Carrefour, y es una crema agridulce que le da un gusto excelente.

Otras opciones para acompañarlo habrían sido una reducción de Pedro Ximénez (media botella de este vino, cuatro o cinco buenas cucharadas de azúcar y a reducir a fuego medio-bajo tres cuartos de hora hasta que espese) o un poco de confitura de frambuesa por ejemplo.

Cualquier pan tostado le va bien, si está caliente aún mejor.

Y a comer.

sábado, 14 de agosto de 2010

Tortiglioni con carne picada y nata


Esta es una de mis recetas favoritas de pasta. Es como un sencillo y poco condimentado Strogonoff pero con pasta.

Las cantidades de pasta oficiales para cualquier receta son unos 80 gramos por persona, aunque yo suelo hacer algo mas. Con un paquete de 250 gramos hay para dos raciones importantes y siempre sobra un poco, pero no para otra ración. Cocemos la pasta en agua con sal y un chorrito de aceite de oliva el tiempo que nos diga el envoltorio del producto pero sin pasarnos, para esta receta mas que nunca debe quedarse inicialmente al dente. Sacamos la pasta y la escurrimos. Por cierto esta se refresca en agua fría cuando vamos a tardar un rato en utilizarla, si va a ser inmediato no ha de hacerse.

Con la pasta cocinada, preparamos en una sartén grande un chorro de aceite de oliva, dos ajos muy picados y cuando estén y empiecen a oler bien agregamos la carne picada. En este caso 350 gramos de picada de ternera con sal y pimienta. Cocinamos otros cinco minutos.

Ponemos por fin la nata, unos 500 ml de nata espesa para cocinar. De nuevo sal y pimienta, un poco de orégano y perejil, mezclamos todo bien y ponemos a fuego fuerte un par de minutos. En cuanto la nata toma calor, bajamos el fuego al 2 y dejamos ahi por lo menos un cuarto de hora hasta que la nata vaya reduciendo. Metemos entonces la pasta, removemos bien y dejamos ahi otros cuatro o cinco minutos para que todo se mezcle bien.

Por otro lado en una sartén ponemos un chorro de aceite, medio diente de ajo picado y dos o tres champiñones laminados con sal y pimienta a fuego medio-alto hasta que estén a punto.

Probamos de sal la pasta, emplatamos y ponemos los champiñones, una gota de virgen extra crudo, pimienta, orégano y perejil por encima al gusto.

Y a comer.

Guiso de patatas con costillas


Se compran unos 600 gramos de costillas de cerdo cortadas en pedazos medianos. Logicamente llevan mucho hueso, asi que para dos personas hace falta bastante cantidad.

Las salpimentamos y las enharinamos muy ligeramente antes de dorarlas en un buen chorro de aceite de oliva. Queremos que se doren y queden bien selladas. Las sacamos y las reservamos.

Por otro lado, en ese mismo aceite de la carne ponemos una cebolla cortada en aros finos, un ajo sin pelar y un par de zanahorias cortadas en rodajas, con su sal y su pimienta. Cuando esté bien pochado le ponemos un chorreón de un vino que nos guste, dejamos que evapore un poco el alcohol, agregamos una cucharadita de pimentón dulce y una hoja de laurel, removemos y volvemos a poner las costillas con el jugo que hayan soltado en el plato.

Agregamos agua hasta cubrir y lo ponemos a cocer a fuego medio-bajo (en torno al 2 o 2,5) durante una hora, que aprovechamos para pelar y cortar tres o cuatro buenas patatas, mejor cacheándolas para que engorden un poco la salsa. Trascurrida la hora, metemos las patatas, si hace falta ponemos algo mas de agua para que casi cubra todo el guiso completo, ponemos sal (las patatas absorben mucha), un puñado de unos guisantes de lata (los Hero son magníficos) y dejamos cocer otra media hora hasta que las patatas estén tiernas (lo dejamos hasta que estén, logicamente, y de paso rectificamos de sal) sin subir ni bajar el fuego.

Soy un pesado: este guiso gana muchísimo si lo comemos al día siguiente.

Y a comer.

jueves, 12 de agosto de 2010

Fritura de calamares



El otro dia leyendo a Berasategui apareció esta receta para freir los calamares, muy habitual por ejemplo en Madrid, y decidí probarla.

Es tan sencillo como parece. Se limpia bien un calamar grande, se corta en rodajas iguales y se deja durante una hora en el frigorífico, cubiertas las rodajas con leche en un bol con un par de ajos machacados y todo tapado para que no gane olor a frigorífico.

Se sacan, se escurren bien, se salan, se pasan por pan rallado y se frien en aceite de oliva caliente para ponerlos sobre papel absorbente al sacarlos. Yo le he puesto patatas fritas, lo he decorado con mayonesa casera y he acabado con unas rodajas de limón.

Y a comer.

martes, 10 de agosto de 2010

Marmitako de bonito



Otra receta muy sencilla. Un poco de aceite de oliva, un par de dientes de ajo sin pelar, fuego medio, una cebolleta, un tomate pequeño y un pimiento verde picados. Sal y pimienta.

Cuando esté todo pochado y nos guste su color, le ponemos una copita de vino blanco (yo le he puesto un verdejo), agregamos tres patatas hermosas cortadas de forma irregular rompiendo con el cuchillo (cacheándolas) para que luego engorden un poco la salsa y las mareamos un poco a fuego fuerte. Ponemos también una cucharada pequeña de carne de pimiento choricero; por si alguien no sabe donde encontrarlo, aqui en el sur puede encontrarse en Alcampo en la sección de especias, viene en un frasco pequeño de cristal, es de color rojizo intenso y tiene un precio de algo menos de dos euros.

Removemos todo, mezclamos un par de minutos, ponemos sal y cubrimos con agua lo justo las patatas. Es importante no pasarnos con el agua, es interesante que las patatas asomen un poco ya que de no ser asi luego el guiso no saldrá trabado. Fuego medio-bajo, en una vitro del 1 al 6, en el 2 o el 2.5 es lo ideal.

Tras una media hora controlando si hay que poner algo mas de agua, el guiso estará perfecto. Probamos la patata y rectificamos de sal. Es el momento de poner el bonito, un buen trozo por persona y a ser posible de ventresca. Si es atún tambien puede valer, el bonito aqui abajo no se encuentra facilmente. Algún otro pescado que se pueda usar? pues ya puestos en principio casi cualquiera, se supone que lo ideal es que sea pescado azul. Podemos usar tambien a lo mejor perca, o mero, pez espada/emperador, marrajo, cazón o salmón. Depende un poco del mercado, podemos poner el pescado que queramos, ya no será marmitako pero estará igualmente bueno.

En fin, que el bonito se introduce, se cubre con las patatas y se deja dos o tres minutos con la olla tapada. Se le da la vuelta, se vuelve a tapar y se deja otros dos o tres minutos.

Este pescado en general y en este guiso en particular se debe hacer siempre poco, debe quedar por dentro todavía un poco rosado. Con otros pescados los tiempos de cocción pueden, quizá deben, ser mayores.

Emplatamos nuestro guiso de patatas, ponemos encima el pescado y una gota de virgen extra crudo.... y como buen guiso, estará mucho mejor de un día para otro.

Y a comer.

domingo, 8 de agosto de 2010

Tiramisú



Para este clásico postre italiano empezaremos haciendo una abundante taza de café, a ser posible expresso. No tomo café, puede ser descafeinado? Pues si, no pasa nada. Una vez tenemos esta taza de café lo ponemos un buen chorreón de Ron. Yo he usado Cacique, que es el mas sencillo que tenía.

En una fuente a ser posible de cristal ponemos abajo una base de bizcochos de soletilla, o incluso de sobaos, de algún bizcocho casero que tengamos o por qué no de esas magdalenas caseras que compramos en la panadería de la esquina. Machacamos un poco esa base para que quede irregular y rústica y la empapamos con esa taza de café y ron con generosidad, pero sin que quede líquido excedente.

Por otro lado separamos las claras y yemas de tres huevos. Montamos por una parte las claras con un par de cucharadas de azúcar, y por otro montamos las yemas con otro par de cucharadas de azúcar y, a ser posible, todas las semillitas de una vaina de vainilla (en Mercadona las tienen muy baratas, un envase con dos vale 97 céntimos, un precio muy bueno).

Una vez montadas esas yemas hasta que suban un poco, le metemos un envase entero de mascarpone de 250 gramos (algo menos de 3€) y mezclamos de nuevo. Entonces le ponemos también las claras montadas y volvemos a mezclar todo con cuidado para que estas no bajen.

Se lo ponemos por encima a la fuente con los bizcochos, sin volver a mezclar, y rallamos por encima una buena capa de chocolate. Puede ser un un chocolate muy rico en cacao, de chocolate con leche o incluso simplemente cola-cao. Lo que nos guste.

Y al frigorífico con él por lo menos 24 horas. Estas proporciones son orientativas, si ponemos mas huevos saldrá algo mas cremoso, lo de la vainilla es un gusto personal y se pueden poner dos envases de mascarpone en vez de uno con lo que saldría algo mas espeso y menos dulce.

Y a comer.

jueves, 5 de agosto de 2010

Asadillo de pimientos rojos



Se trata de una receta muy tradicional en Andalucía, en muchos de cuyos bares se sirve como tapa de toda la vida.

No es mas que una ensalada de pimientos rojos asados, que como siempre se pueden asar en casa (unos cuarenta minutos a 180ºC en horno precalentado) o comprar ya asados. Una vez limpios y cortados, estos se aliñan con sal, aceite virgen extra, una gota de vinagre balsámico, cebolleta picada y un buen toque de comino, en este caso molido, que es la clave de su tradicional sabor.

Se sirve frío, removiendo bien y dejando atemperar unos minutos. Opcionalmente, y no es lo ortodoxo, se puede enriquecer con un buen atun en aceite tanto la mezcla como luego por encima.

Y a comer.

Anchoas con dos guarniciones



Otro buen entrante para acompañar una buena cerveza fría y un partido de fútbol.

En Mercadona hay un envase de anchoas de cierta calidad que pone este producto, en semiconserva, al alcance de los que vivimos en el sur al precio de 5,70€. Están bastante bien, y esta es la materia prima que vamos a utilizar.

Dejamos atemperar un poco y las colocamos en el centro de un plato, sueltas, con un chorro de aceite virgen extra encima, para acompañar con las dos guarniciones que vamos a hacer.

Una es una sencilla ensalada de pimientos rojos con aceite virgen extra, medio diente de ajo picado y sal, mientras que la otra consiste simplemente en un par de tomates pelados y cortados con aceite virgen extra y sal gorda por encima.

Como siempre mejor con un buen pan al lado, y si es tostado mejor.

Y a comer.

Salmón ahumado con vinagreta de lima



Un entrante sencillo y refrescante para estos tiempos veraniegos.

Abrimos dos sobres de salmón ahumado de 100 gramos cada uno y colocamos las lonchas en un plato formando ondas. Por otro lado, hacemos una vinagreta con la parte verde de una cebolleta picada, aceite virgen extra, una gota de vinagre balsámico, el zumo de una lima, un poco de eneldo picado, una chispa de mostaza, tres pepinillos muy picados y sal.

Mezclamos bien y emulsionamos esta vinagreta, la repartimos sobre nuestro salmón, adornamos con un par de rodajas de lima y servimos frio.

Y a comer.

martes, 3 de agosto de 2010

La tarta de queso



Un postre muy sencillo de elaborar y que da magníficos resultados.

Los ingredientes son cuatro huevos, un paquete de queso Philadelphia de tamaño standard (no el grande, y cuidado de que sea el neutro y no tenga ningún aditivo o sabor) y una lata de leche condensada pequeña, en este caso La Lechera.

Mezclamos todo con la batidora, precalentamos el horno a 170ºC y preparamos un molde para horno con mantequilla por los lados y parte inferior para poner encima la mezcla.

Ha tardado 65 minutos a 170ºC en el caso de mi horno, un modelo Bosch de gama media, en estar dorada y terminada. Subirá bastante en el horno para bajar de nuevo una vez se atempere. Un rato fuera, un par de horas en el frigorífico y ya podemos desmoldar.

En este caso hemos emplatado de forma muy sencilla, con mermelada de frambuesa marca Hero y una confitura francesa de higos particularmente exquisita. Un poco de nata montada casera, un poco de azúcar glass o la inevitable hoja de menta para decorar tampoco le vienen nada mal.

Y a comer.

Ensaladilla rusa



Vamos a tratar de hacer una ensaladilla como se hace en los bares. Esta suele tener un punto ácido, estar muy fria y no andar corta de sal. En definitiva, de sabor bastante potente, que le daremos mediante ciertos ingredientes.

Ponemos a hervir un par de patatas grandes cortadas en cubos de un centímetro de lado y dos huevos. Mientras hierven hasta que la patata este tierna pero no desecha, preparamos en un bol el resto de ingredientes, en este caso tres pimientos del piquillo picados, una lata de atún ovalada de tamaño normal (unos 100 gramos de peso escurrido), un buen puñado de zanahoria rallada en vinagre, bien escurrida hasta que no suelte líquido, una lata pequeña de guisantes, una cucharada de cebolleta muy picada y tres pepinillos en vinagre pequeños muy picados. Ponemos sal y reservamos.

Cuando la patata esté cocida, la dejamos enfriar un rato y mientras picamos la clara de los dos huevos, que agregamos al bol, y hacemos una mayonesa casera como ya hemos visto alguna otra vez (receta de merluza empanada, por ejemplo) evitando el ajo.

Mezclamos todo con la cantidad de mayonesa que nos parezca razonable, enfriamos un par de horas, probamos y rectificamos de sal y emplatamos con yema de huevo cocido bien picada por encima.

Y a comer.

Salmorejo



Para dos personas se prepara con una barra de pan de tamaño standard (unos 250 gramos) a ser posible del dia anterior, unos seis o siete tomates de tamaño medio, un diente de ajo grande o dos normales, medio vaso (de los de toda la vida, tamaño medio) de aceite virgen extra y otro medio de agua fria, un par de cucharadas o tres de un buen vinagre a ser posible balsámico y sal.

La receta es muy sencilla pero tiene cierto trabajo. Ponemos en un bol el pan del dia anterior cortado en trozos con el medio vaso de agua, el medio vaso de aceite, el ajo picado, el vinagre y la sal.

Lavamos los tomates, les quitamos la parte que une a la planta y a ser posible los pelamos. Los ponemos en el bol con el resto y nos preparamos para veinte minutos de batidora hasta que quede una fina crema densa y suave. Normalmente habrá que pasarlo todo por el chino, ya que gana mucha finura y toma una textura magnífica. Tras otro rato con dolor de brazo por el chino, al frigorífico con el.

Servimos muy frio con un poco de jamón serrano, yema de huevo cocido y un cordón de aceite virgen extra por encima.

Y a comer.

Solomillo de pollo con puré de patatas



Empezamos con el puré de patatas. Para dos personas, pelamos y hervimos una patata grande o dos medianas. Una vez cocidas, en un recipiente les ponemos sal, pimienta, orégano, dos cucharadas de aceite virgen extra, un buen chorro de nata al gusto(o de leche, es practicamente lo mismo), una nuez de mantequilla y batimos todo con la batidora o bien con un pasapurés, con lo que quedará menos fino y con un toque mas casero. Cuando nos guste como queda, le ponemos una yema de huevo y mezclamos bien. Como se puede ver en la foto, el puré me gusta cremoso y suave, no espeso y demasiado denso.

Lo ideal es no hacerlo con antelación, sino todo mas o menos al mismo tiempo. El puré hay que comerlo caliente, si no pierde bastante.

El solomillo de pollo se ha puesto ahora de moda, es una parte jugosa de la pechuga y queda bastante bien. Se salpimenta, se pone muy poco aceite de oliva en una sartén antiadherente que esté muy caliente y se hace a la plancha hasta que esté a nuestro gusto, teniendo en cuenta que el pollo no es como el cerdo o la ternera. Y es que dificilmente encontraremos a alguien a quien guste el pollo crudo o poco hecho, asi que sellamos el pollo con el fuego muy caliente hasta que esté dorado por las dos caras para luego bajar a fuego medio y tapar la sartén un par de minutos con una tapadera o un plato para que se acabe de hacer por dentro.

Por lo demás, en un mortero machacamos un par de buenos dientes de ajo y un trozo pequeño de jengibre, que aportará un sabor picante y cítrico. Cuando estén bien machacados ponemos tres o cuatro buenas cucharadas de aceite de oliva, medio limón exprimido, sal, pimienta y un poco de perejil picado. Mezclamos bien y napamos el pollo en el plato con esta mezcla.

El otro acompañamiento son unos canónigos con una gota de aceite de oliva, sal y un poco de limón exprimido.

Y a comer.